Debido a las batallas campales que supusieron las últimas pugnas entre cofradías por el control de ciertas barriadas de la ciudad la Tríada ha decretado toque de queda durante las noches para todas aquellas cofradías que no estén involucradas en misiones directamente subvencionadas por el gobierno de Gormalak. De la misma forma se ha movilizado varias patrullas de guardias estatales para que den cumplimiento al decreto con órdenes expresas de atacar y detener cualquier aventurero que merodee por los barrios asignados durante las noches.
Desgraciadamente durante el día tu cofradía se vio envuelta en una pelea por el honor de los capitanes entre varias cofradías dentro de la taberna de Los Siete Valles. Ribald, el tabernero, echó las cofradías del local, pero éstas se han citado para saldar cuentas durante la noche en la barriada de La Serpiente Tuerta haciendo caso omiso a la prohibición de la Tríada. La elección del barrio es clara: aún siendo una de las barriadas más peligrosas e inesperadas también es por esta razón la menos controlada por la guardia estatal.
Como buena elfa de Aldrai ya desde pequeña Morgana empezó a experimentar con la magia. Durante sus viajes marítimos con sus padres entre las islas de Alderai aprovechaba para practicar pequeños hechizos que, debido a la edad que enconces tenía, su inexperiencia y poderío, resultaban inofensivos. Pero Morgana siguió creciendo y su poder con ella.
Siendo adolescente empezó a interesarse por la muerte y el más allá, cosa que acabó inclinando su afinidad por la escuela nigromántica hasta tal punto que dejó un poco las otras escuelas. Aprendió el abrazo sombrío, uno de los primeros y más básicos hechizos así como también el arte de moverse entre las sombras, otra de las fascetas básicas de un buen nigromante.
En uno de esos viajes marítimos Morgana oyó unos piratas que hablaban sobre lo que estaba pasando en otra parte de Farenhell, en Gormalak, donde supuestamente bestias demoníacas salían del Inframundo. Morgana no pudo reprimir su interés y se informó de tanto como pudo, aunque esos marineros contaban más habladurías que hechos contrastados. Ante esto y la infrenable curiosidad que sentía la nigromante recogió sus cosas y zarpó en el primer barco que tomaba rumbo a Gormalak, la Ciudad Negra.
Jan es natural de Gormalak y nacido en una familia acomodada que hizo riquezas durante generaciones mediante el comercio con otros reinos. Precisamente debido a esos negocios Jan y su hermano pasaron muchas horas faltos de tiempo con sus padres, demasiado ocupados para engrandecer sus arcas. Así pues, los dos hermanos pasaron días y días en las calles, jugando con niños no tan bien nutridos como ellos, pues en general Jan siempre empujó a su hermano a moverse por La Ratonera en vez de las calles de mejores barrios donde se movían las amistades de sus progenitores. En el puerto jugaban a guerras de piedras entre los niños del barrio, hecho que le hizo ganar su apodo. Llegado el momento decidió no seguir con el negocio de sus padres para poder dedicarse a pequeños servicios de información bien pagados. Eso si, Jan se quedó con la parte de la herencia del negocio sin pagar sus obligaciones económicas, motivo por el que su nombre aparece en la lista de morosos de la ciudad. Actualmente sigue conservando el buen vestir que heredó pero prefiere ir descalzo, dice que eso le proporciona una percepción mucho más sutil del medio en el que se encuentra así como un silencio absoluto cuando lo desea, silencio que no duda en aprovechar para atacar por la espalda. Su habilidad para tirar la piedra y con un ruido distraer la atención de
quien quiere es quizás la mejor enseñanza de su infancia en La
Ratonera.
Pues bien, para quien no lo conozca se trata de un juego entre el rol y el wargame de miniaturas. Viene a ser una versión más rolera de Mordheim, el antiguo juego de escaramuzas en una ciudad derruida que desarrolló Games Workshop hace años y hasta ahora quizás el más conocido. En este caso la acción se desarrolla en Gormalak, una ciudad que se ve amenazada por la aparición de criaturas monstruosas que la están destruyéndo y que ascienden des del Infragorma, el subsuelo de la ciudad. Es por eso que el gobierno, viéndose desbordado, hace una llamada a héroes de Farnehell.
La creación del juego corre a manos una empresa española: Last Bullet Games. En su página web podéis encontrar fichas de personajes ya creadas, misiones, campañas, material adicional y el reglamento para su descarga gratuita, aunque os recomiendo que os hagáis con la versión en libro de tapa dura y 250 páginas a todo color donde hay toda la información para jugar.
Se juega con cofradías de 3 a 5 miniaturas en las que cada una representa un personaje con su clase y su profesión. Así disponemos de por ejemplo guerreros, magos, exploradores, druidas, bardos, piratas, asesinos y muchas opciones más. De momento no disponen de línea de miniaturas propia y recomiendan jugar con minis de otras marcas, cosa que nos facilita utilizar de las que ya disponemos o crear un personaje para esa fantástica miniatura que siempre hemos querido pintar y que encaja perfectamente con nuestro personaje.
Para citar algunas de las características del juego:
- Los personajes juegan alternándose la activación.
- Posibilidad de reacción a acciones de otros personajes.
- Personajes No Jugadores (PNJ) y Inteligencia Artificial (IA).
- Misiones y campañas que harán evolucionar nuestra cofradía.
- Posibilidad de partidas cooperativas gracias a la IA.
Estas características, entre otras, hacen que el juego sea interesante des del primer momento y mantenga la atención de los jugadores, pues en cualquier momento deberán reaccionar a activaciones de rivales o les tocará mover alguno de sus personajes. Decir que la IA cumple con creces su cometido y los PNJ actúan al estilo de síntesis de como lo haría cualquier jugador en la misma situación, creando así la posibilidad de jugar solo o en modo cooperativo. Os recomiendo a todos que lo probéis.
Finalmente os dejo un vídeo donde se explica lo básico de la mano de los creadores del juego.
